lunes, 21 de febrero de 2011

El primer cuento fábula que escribí

LA TORTUGA VELOZ.

La tortuga en un principio era el animal más veloz, todos sus amigos le encargaban los asuntos más urgentes del bosque.

Un día la liebre le dijo:

-•- ¡Amiga!, alerta a todos, se aproxima un feroz incendio que proviene de los Montes del Norte.

La liebre temiendo por su piel, desapareció confundida y asustada.

La veloz tortuga pensando en el peligro que corrían sus compañeros, corrió sin parar, avisando a todos los animales que encontraba a su paso, se introdujo aun en los lugares más peligrosos, hasta que ya no pudo más.

El Dios del bosque, que había permitido el incendio para observar el comportamiento de cada uno, apareció en medio del monte y el fuego desapareció. Llamó a todos los animales y pregunto:

-•- ¿Dónde está la hermana tortuga?.

-•- Padre del bosque, aún no se ha recuperado del esfuerzo realizado a causa del fuego.

Respondió uno de sus compañeros.

-•- ¡Decidle que venga!.

Les dijo.

Un grupo de ellos fueron a avisarla, encontrándola adormecida bajo la sombra de un gran terrón de tierra y le dijeron:

-•- ¡Despierta tortuga veloz!, Padre del Bosque pregunta por ti.

-•- ¡Quiere verte el Dios del Monte!.

Al escuchar las palabras de sus amigos despertó reconfortada y alegre.

Corrieron donde estaban todos reunidos y exclamó:

-•- ¿Qué es lo que deseas Padre?.

-•- He observado tu comportamiento y quiero recompensarte. A partir de ahora tendrás reposo y paz, un hogar donde estés además, de la virtud de nadar como un pez para refrescar siempre tu sudor.

Desde entonces no tiene prisa ni corre ya la tortuga veloz.

Volvió a preguntar:

-•- ¿Y la hermana liebre?.

Al fondo una voz contestó:

-•- ¡Aquí estoy!. ¿Qué quieres de mí?.

-•- He visto tu forma de actuar y quiero darte lo que tu más deseas. Desde ahora serás más veloz, tendrás una bonita piel y una rica carne que no solo te gustará a ti, sino también a los demás.

De aquí que el hombre, el lobo, el águila y otros depredadores la persigan para alimentarse cuando tiene hambre y necesidad.


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